lunes, julio 24, 2006

Soriasis en el Paraíso

HOY DESDE EL VATICANO. URGENTE.
Las personas alérgicas son la demostración más clara del origen extraterrestre de la especie humana y corrobora la teoría de que viene de afuera, dijo -según fuentes no identificadas- un alto dignatario de la iglesia que se dice que recibió a un hombrecito verde en el Vaticano por orden de Benedicto XVI. Ya veremos que sale de todo esto. Los hombrecitos verdes mientras tanto mantienen distancia de cualquiera otra forma de contacto directo con el hombre. Se dice que lo harían en el ámbito político si Estados Unidos abandona Irak y no persevera en futuras intervenciones en otros países del Medio Oriente. Adaniko64 sostiene que Adán y Eva sucumbieron a su condición de seres superiores por los efectos letales de una soriasis que los atacó en el Paraíso. Siguiendo con la línea de sus observaciones, pudimos entrever que ambos constituyen una variante genética muy posterior a la colocación de humanos en el planeta. Los primeros fueron traídos en tres etapas alejadas entre si por 10 mil años de diferencia. Primero llegaron las colonias negras que no pudieron soportar los primeros síntomas alergénicos que los condenó a vivir en la selva, protegidos por la savia de las plantas. Luego se produjo la llegada de los hombres de tez amarilla que sufrieron alergias insoportables a los ojos y se recogieron a las estepas en busca del alivio que les producía el viento de las sabanas mongólicas. Más tarde, según nuestro informante, arribaron los blancos, a quienes un sarpullido insoportable los llevó a odiar a sus semejantes, convencidos como estaban de que sus males se debían a las envidias de los otros. Luego se descubriría que la causa real de sus alergias fue la excesiva provisión de gránulos de histamina en la sangre, con que arribaron a la Tierra. El sufrimiento de estos seres fue muy largo y penoso debido a que tardaron muchas generaciones en adaptarse a las condiciones del planeta desconocido, hasta que por fin sus organismos lograron una producción adecuada de Inmunoglobulina E (IgE), anticuerpos que vinieron a paliar en parte sus sufrimientos. No es raro que al hombre le haya acontecido este inconveniente a gran escala, puesto que, de un medio que aun no conocía, pero que debió ser de absoluta asepsia, pasaron a otro-la Tierra- donde ya proliferaban el pólen, los hongos, los ácaros e insectos, sin contar con una fauna que ellos desconocían por completo. A esto hay que sumar la verdadera odisea que les significó alcanzar un conocimiento acabado de lo que podían ingerir sin peligro. MAS DETALLES EN PROXIMA APARICION.

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